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We will rock you

domingo, 14 de agosto de 2011


¡Buenos días!

Ayer, sábado 13 de Agosto, nos despertamos un poco más tarde de lo normal, debido a que Josué no tenía clase. De todas formas, no podemos despertarnos muy tarde porque a las 9:30 cierra el desayuno del hostal.

Una vez desayunados y preparados, partimos hacia el British Museum.

Cuando salimos de la parada de metro nos encontramos justo en frente de un teatro donde está instalado el musical We Will Rock You de Queen. La fachada del teatro estaba decorada con las letras de Queen y carteles del musical, y en lo alto de la entrada había una estatua gigante de Freddie Mercury. La pared detrás de la estatua tenía como una pantalla con pixeles que brillaban, amarillos, naranjos, blancos...

Entramos a ver los precios y salimos espantados con las mismas (el más barato costaba 30 libras y eran las dos últimas filas de todas, de ahí, a 65 libras que era la más cara).

Seguimos caminando hacia el museo, y llegando a un cruce, nos paramos a mirar el mapa para no perdernos como de costumbre. Josué encontró en el mapa, cerca de donde nos encontrábamos, el Cartoon Museum, un museo de dibujos animados, y se empeñó en que quería ir a ese y no al otro. Sin nosotros haberle dicho nada, un señor que nos vio sacar el mapa nos dijo "El British Museum está por allí" y nos señaló en su mapa el camino. Fuimos por ese camino y, en dos minutos, llegamos al museo.

El British Museum es el museo donde se exponen muchísimas de las esculturas de las Grecia y Roma antiguas (como las esculturas que adornaban el Partenón), muchísimas otras de Egipto, de los etruscos, Siria, África, Japón... Hay muchísimo conflicto con todos los objetos que Inglaterra tiene en el museo; muchos consideran que Inglaterra robó los objetos y ahora éstos deberían ser devueltos. Por otro lado, otros piensan que deberían permanecer allí para poder ser conservados (pues en sus países originales no los cuidarían tanto como aquí).




















El museo, al menos a mi parecer, está bastante desordenado. Entrabas viendo la zona de los egipcios y cuando te ibas a dar cuenta estabas mirando grabados de Siria; te juntaban Grecia con Roma en la misma sala. Parte de Egipto estaba en el piso de abajo y otra parte en el piso de arriba, y así... En un principio intentamos seguir un orden, pero al final pasamos y vimos las cosas tal como estaban.

Entre la zona de las momias vimos la momia de Cleopatra:


A parte de estos objetos, también había otro tipo de exposiciones: en una sala vimos una exposición de monedas de todo tipo; antiguas, modernas, de muchos países diferentes... hasta había monedas de Harry Potter. Había dos maquinas, una donde se hacían los billetes de Inglaterra (con un modelo de un billete de 1L), y otra para reducir el tamaño del molde de las monedas: primero hacían el dibujo de la moneda en grande y con esa maquina iban reduciendo el tamaño hasta el tamaño de la moneda como debía ser.

Otra de las exposiciones que había era de relojes: había relojes desde los más antiguos hasta los más modernos, de un montón de formas distintas. Había relojes de bolsillo, de pulsera, de pie...
Vimos un reloj pequeño que era para ponérselo de anillo; otro reloj que era de 24 horas, en lugar de 12; un reloj gigante con forma de galeón que cuando da la hora se supone que comienza a caminar con música, y lanzando fuego de los cañones que tiene. Otro reloj contaba los minutos con una bolita que bajaba siguiendo un caminito.

Cuando terminamos de ver el ala oeste del museo, los dos pisos, decidimos hacer un parón para ir a comer.Cómo no, buscamos el Tesco más cercano y comimos con el menú de 2,5L en un parque cercano (Londres está lleno de parques).

Luego, volvimos con la intención de ver el resto del Museo (África, Australia y Asia). En la primera planta, vimos una exposición extraña sobre la cantidad de pastillas y medicamentos que tomamos durante nuestra vida. Se trataba de dos mallas larguísimas con pastillas colocadas dentro. Una malla correspondía a la vida de un hombre y la otra de una mujer; desde que nacieron hasta el día de hoy.

Además, había tótems, trajes de esquimales... En la sala sobre África había varias esculturas hechas con armas que habían encontrado después de las guerras. Además de máscaras, figuras... Cuando íbamos a entrar en la sala asiática, dieron el aviso de que el museo iba a cerrar.

Aún nos quedaba poco menos que medio museo por ver, así que nos queda pendiente una segunda visita al British.

Eran las 6 aún, así que decidimos ir a ver algo más. Quise darle una sorpresa a Josué llevándolo, sin que el supiera adónde, a Logan Place, pero el muy cabezón no me dejó llevarle sin decirle adónde. Así, tuve que decirle que podíamos ir a ver la casa de Freddie Mercury.

Cogimos el metro hasta allí, en Earl's Court, y buscamos la calle, Logan Place. Cómo no, antes de llegar nos perdimos, ya que nos saltamos la calle sin darnos cuenta. Finalmente, llegamos allí.

Y aquí es donde Freddie Mercury vivía.


Normalmente, las paredes y la puerta suelen estar llenas de pintadas de la gente que ha ido y escribe mensajes hacia él. Sin embargo, se ve que hacía poco que las habían limpiado. La puerta estaba intacta, y las paredes limpias. Además, habían colocado paneles de cristal en las paredes cercanas a la puerta para que la gente no pudiera escribir en la piedra. Lo que la gente hacía era escribir mensajes en los papeles y colarlos entre el cristal y la pared. También había mensajes escritos en la línea amarilla de la carretera. "We are the champions", "Somebody to love" "Freddie, we love you"... Había una rosa al lado de la puerta.

La casa estaba fortificada: vallas altísimas, cadenas con pinchos, otras vallas más atrás... Era imposible ver nada, salvo el muro de fuera y parte del tejado.

Antes de irnos, dejamos nuestro propio mensaje escrito en la línea amarilla de la carretera:

El camino de vuelta lo hicimos tarareando canciones de Queen.

En el hostal, volvimos a ver otra pandilla de pescosas en la cocina. A parte de no saber que daban los cacharros, platos, y cubiertos en la recepción (porque estuvieron investigando las gavetas una por una para encontrarlos), parece ser que no habían lavado un plato en su vida. Una de las chicas cogió un cacharro del lavabo -que estaba lleno de agua aceitosa- mientra decías "Aggg", y lo cogía con dos deditos. La otra, que iba a lavarlo, se puso los guantes de plástico que hasta ahora nadie se había puesto. Echaron medio bote de jabón en el cacharro, y la chica frotó con las manos durante un buen buen rato... hasta que descubrió que existen las esponjas.

Cuando nosotros ya habíamos terminado de cocinar, habíamos terminado de comer, y habíamos terminado de lavar todos nuestros platos, ellas acabaron de cocinar el suyo.

Así, nos fuimos a dormir.

El plan para hoy: visitar el museo de dibujos animados (y así Josué está contento) y tal vez dar un paseo con las bicis por Chelsea.

¡Buen día!

2 comentarios:

  1. lopillas dijo...:

    Encontraste la palabra exacta: desordenado, así está y como tú dices, al final se mezcla un batiburrillo de historia...es que son muchos chismes.
    Qué bobería poner la mampara de cristal, ya verás como buscan la forma de dejar sus mensajes escritos en ella!
    El del cómic promete...A divertirsius!!

  1. Püzilala dijo...:

    (Davi) Epico xD Me encanto lo de la casa de Freddy xD

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